Por qué necesitas unas gafas con filtro de luz azul

Cada vez pasamos más tiempo mirando pantallas de dispositivos digitales, bien sea por trabajo o estudios, bien por ocio. Mientras en los años 80 la mayoría de la gente miraba pantallas unas pocas horas al día, hoy pocos son los que no sobrepasan las 12 horas por jornada, incluyendo niños que reciben clases online.

Los dispositivos digitales actuales emiten una proporción elevada de luz azul, similar a la de un día soleado y despejado. Exponerse durante muchas horas al día a este tipo de luz o hacerlo poco antes de irse a dormir afecta a la salud de los ojos y a los ritmos circadianos.

La solución a los problemas de salud producidos por la necesidad de usar largas horas dispositivos digitales es sencilla: basta con usar gafas con filtro para la luz azul o añadir un cristal azul a las gafas, que se coloca como una montura adicional y se retira a voluntad.

¿Qué es la luz azul?

La luz blanca o luz visible se compone de la mezcla de los siete colores del arco iris. Pero si en una fuente de iluminación aumentamos el porcentaje de luz azul lograremos mayor claridad, de manera análoga a lo que sucede con los rayos del sol del mediodía, que inciden de manera perpendicular.

Así, cuando hablamos de luz azul no nos solemos referir a luz que atraviese un filtro de ese color para crear un ambiente cromático azulado, sino a la luz que emiten por defecto los dispositivos digitales, incluyendo la televisión, y muchas de las fuentes de iluminación de una casa o del lugar de trabajo.

De hecho, en entornos laborales donde debe mantenerse la atención incluso de noche, como es el caso del servicio de urgencias de los hospitales, se juega con el uso de esta luz blanca con marcado componente azul para luchar contra la somnolencia que comienza a aparecer al elevarse los niveles de melatonina. La consecuencia de exponerse a luces azules en horario nocturno comienza con problemas de sueño, en especial insomnio de conciliación, y después se manifiesta con otros síntomas, entre los que se incluyen molestias oculares.

Por ello, el filtro azul para las gafas es un elemento imprescindible de estudiantes que se concentran mejor de noche. También es usado por gamers, quienes pasan muchas horas ante pantallas de ordenador. Pero hay mucha más gente que necesitaría tener unas gafas de ordenador para la luz azul en casa y lo desconoce. Además del insomnio, los ojos suelen ser los primeros en avisar de que necesitas este tipo de lentes o lentillas a partir de ciertas horas.

¿Cómo puede afectar la luz azul a tus ojos?

Fatiga visual

La fatiga visual aparece tras varias horas de trabajo frente a dispositivos digitales o bajo luces LED, que también contienen un componente importante de luz azul. Se manifiesta con ojos enrojecidos, a veces llorosos y con una sensación que recuerda a la de una conjuntivitis, pero que desaparece tras descansar la vista y, sobre todo, después de dormir.

Presbicia o vista cansada

La presbicia o vista cansada aparece de manera natural a partir de los 40 años, pero desde hace una década se observan casos de presbicia en estudiantes de 30 años o incluso menos. Representan un pequeño porcentaje de la población de su edad, si bien existe la hipótesis casi aceptada como teoría que señala al abuso de las pantallas digitales como coadyuvantes en una manifestación temprana de la presbicia.

No se contempla como causa probable el hecho de leer con luces artificiales, pues siempre ha habido estudiantes noctámbulos y gente joven que trabajaba a turnos sin que estas personas mostrasen una especial predisposición a la presbicia hasta que llegó la era en la que dependemos de internet para casi todo.

Degeneración macular

Se estudia la posible relación entre la exposición continuada a luces azules y un adelanto en la edad en la que se comienza a manifestar la degeneración macular, una seria enfermedad de la vista que casi siempre está asociada a la edad (DMAE).

¿Por qué debes usar unas gafas con filtro de luz azul?

Casi todos los adultos deberíamos usar gafas con filtro azul incorporado, pero eso no implica que haya que usarlas de continuo. Existen gafas que incluyen los filtros para la luz azul y no presentan graduación. Años atrás se podía optar por colocar un filtro delante de la pantalla del ordenador, pero ahora usamos demasiados dispositivos que emiten luz azul.

No obstante, la luz azul es algo natural a ciertas horas del día, por lo que las gafas con filtros para la luz azul deberían usarse desde el momento en que anochece y comenzamos a usar luz artificial, o bien cuando se manifiesten los primeros síntomas de fatiga visual aunque sea en horario diurno.

Las más efectivas son las gafas con lentes que llevan el filtro azul integrado dentro de la lente.

Beneficios de los cristales con filtro de luz azul

Las gafas que incluyen filtros para la luz azul permiten ser usadas sin sentir sensación de falta de iluminación, cosa que sí suele suceder con las gafas reflectantes porque estas últimas reflejan todas las tonalidades de la luz. Las llamadas gafas para ordenador no producen fatiga visual añadida ni impiden realizar tareas que precisen de una buena agudeza visual, aunque tienen el inconveniente de que no consiguen filtrar al 100 % el componente azul de la luz.

La consecuencia es que el uso de este tipo de gafas no evita que sea conveniente dejar de mirar pantallas digitales desde un rato antes de acostarse para no alterar los ritmos circadianos, o bien usar los dispositivos que lo permitan en modo visión nocturna.

A modo de resumen, cada vez estamos más expuestos a luces con fuerte intensidad del componente azulado en horas en las que no son naturales dichas exposiciones. La consecuencia es que la salud se resiente, en especial los ritmos circadianos y los ojos. Las gafas con filtros para la luz azul permiten reducir este daño y rendir en horario nocturno si existe necesidad, pues no afectan a la nitidez de la imagen. En cualquier caso, su uso debe ir acompañado de cierta higiene lumínica antes de irse a dormir.

Los filtros para luz azul más efectivos son los que se sitúan integrados con la lente, dentro del propio material de la misma.