Gafas de cerca: cómo saber si necesito gafas y cómo elegirlas

Te sorprendería saber cuánta gente cree que ve perfectamente y, al ir a graduarse la vista porque ya les toca o a causa de dolores recurrentes de cabeza, se enteran de que no es así.

Lo más habitual es que las personas que se llevan esta sorpresa necesiten gafas de cerca, lo que se conoce como gafas de leer. El motivo para ver mal de cerca suele ser la presbicia, una afección que se debe al propio envejecimiento pero se va manifestando poco a poco.

Si te sorprendes a ti mismo alejando los textos con letras muy pequeñas para poder leerlos, este artículo te interesa

Cuándo debes usar gafas de cerca

El momento más habitual es cuando comiences a tener problemas para leer etiquetas o si la presbicia te causa dolores de cabeza. En realidad, lo mejor es que a partir de los 40 años acudas a revisiones oftalmológicas periódicas, en las que medirán si hay o no presbicia y cuál es su graduación. Y es que la presbicia suele comenzar a esas edades, aunque hay quienes la sufren antes debido a los efectos secundarios de algunos medicamentos o al abuso de pantallas digitales. También hay quienes tardan más en comenzar a ver borroso en distancias cortas porque han tenido esa suerte.

Las gafas para ver de cerca no solo sirven para leer. Puedes sufrir una presbicia leve que te permita leer correctamente aunque debas alejar un poco algunos textos, pero que a la vez seas incapaz de enhebrar una aguja, por poner un ejemplo práctico. O tal vez disfrutes pintando miniaturas y ves que tu hobby comienza a costarte mucho esfuerzo visual y terminas con dolor de cabeza.

Las gafas para cerca se usan cuando se realizan aquellas actividades en las que realmente se necesitan. Esto quiere decir que si tu presbicia es incipiente y no las necesitas para leer la prensa, por ejemplo, es que aún no es el momento de que las utilices. La función de las gafas de cerca, o de las lentes de contacto para personas con presbicia, es la de compensar la capacidad de enfoque perdida por el endurecimiento del tejido situado justo por delante del cristalino. Dicho de otra forma, son gafas para facilitarte la vida, pues no logran corregir el problema visual que irá avanzando con los años.

Por tanto, cada cierto tiempo (años) vas a necesitar cambiar la graduación de tus gafas de leer o de tus lentes de contacto para distancias cortas.

Cómo elegir las apropiadas

Hablando de gafas para ver bien de cerca, debes pensar en si las quieres con montura gruesa o fina. No se trata de un tema de estética solamente, por lo que debes saber que si ves bien de lejos y solo presentas presbicia como problema de visión, unas gafas con montura fina o sin montura y unas lentes no demasiado grandes te pueden evitar tener que estar poniéndote y quitándote las gafas. ¿Sabes por qué hay gente que se coloca las gafas, precisamente sin montura, casi en la punta de la nariz? Porque son gafas para presbicia y, en esa posición, si desean mirar a lo lejos no tienen más que alzar la vista.

Sin embargo, la distancia del ojo a la lente influye en la graduación que vas a necesitar, de ahí que debas tener claro antes el tipo de gafa que deseas usar si, repetimos, solo presentas presbicia. En ese caso, las gafas con montura gruesa y lentes amplias te producirían visión borrosa cuando, teniéndolas puestas, desees mirar hacia los extremos de la lente.

Si además de presbicia presentas miopía, hipermetropía o astigmatismo, lo que necesitas son gafas o lentes de contacto bifocales, mucho mejor si son multifocales. Las lentes multifocales permiten una mejor adaptación y pueden ser usadas por personas que no toleran las bifocales, como son algunos enfermos de vértigo. Hablando de lentes multifocales, no existe diferencia entre elegir gafas a lentillas, dado que van a estar adaptadas para que solo necesites ponértelas o quitártelas al levantarte y al acostarte.

Dónde puedes comprar gafas de cerca

Puedes comprar tus gafas de cerca en una óptica online, donde te las graduarán conforme a tus necesidades. Esta óptica puede ser un establecimiento físico, si necesitas que te evalúen la agudeza visual para conocer tu graduación, o las ópticas online, si ya conoces este dato.

Lo mismo se puede aplicar a las lentes de contacto, recordando que debe ajustarse la graduación de gafa a lente, pues hay cierta discrepancia de valores.

No podemos recomendar esas lentes para ver mejor de cerca que se venden a precios muy bajos en establecimientos no homologados porque se ofrecen con unas pocas graduaciones preestablecidas, y usar unas lentas mal graduadas dañará tu vista más pronto que tarde, por no hablar de lo molesto de su uso.

Cómo saber qué necesitas

¿Cómo saber si necesito gafas de cerca? Si estás dudando sobre si las necesitas, es probable que la respuesta sea afirmativa. Uno no se plantea esas preguntas si ve perfectamente a cualquier distancia.

Ante la duda, puedes acudir a una óptica o a un oftalmólogo para que evalúe al completo tu agudeza visual y así saldrás de dudas. De hecho, existen casos en los que la graduación de un problema refractivo es tan baja que resulta mejor no usar lentes para evitar que el ojo se acostumbre.

Pero la vista cansada o presbicia es un caso diferente, dado que solo puede ir a peor, al contrario que sucede con otros defectos como la miopía, por ejemplo. Por eso, si experimentas dificultades para leer o realizar alguna tarea que requiere agudeza visual en cortas distancias y resulta que tienes algo de presbicia, puedes comenzar a usar lentes sin temor; no van a evitar ninguna remisión natural.

La presbicia es algo natural, un problema asociado al envejecimiento del ojo. Como no tiene otro tratamiento que las lentes o la cirugía, esta última para casos avanzados, lo mejor es que comiences a usar gafas o lentillas desde el momento en que se te diagnostica porque notas que te cuesta realizar alguna actividad al ver borroso en las distancias cortas.