Miopía en niños: conozca síntomas e mejor tratamiento para la miopía infantil

¿Notas que tu hijo se sienta muy cerca del televisor? ¿Sostiene los libros junto a su cara para leerlos? Entonces, probablemente tenga miopía infantil. Es decir, su visión a distancia es deficiente. Solo ve bien de cerca, mientras las imágenes de lejos son difusas o borrosas.

Por lo general, este tipo de padecimientos comienza entre los 6 y 14 años. Pero, ¿cuál es el problema real? Si bien es una afección ocular que se corrige con anteojos, también suele ser una señal de que otras enfermedades de la vista pueden aparecer en el futuro.

Sigue leyendo y conoce todo lo que implica la miopía en los niños.

Síntomas de la miopía en niños

Con la finalidad de prevenir o encontrar un tratamiento para atacar este problema de refracción, es indispensable que trates de identificar los primeros síntomas que aparecen. Son los siguientes:

Lleva los objetos cerca de su cara

¿Quieres detectar el problema? Está es una manera sencilla. Presta atención a cuánto esfuerzo hace para poder leer sus libros, ver algún regalo o la televisión.

¿Muchos dolores de cabeza?

Suelen presentarse de manera habitual. ¿Los motivos? Variación en la presión barométrica o alergias. Registra la frecuencia de los dolores de cabeza y si sucede más de una vez por semana, acude al especialista.

Desviación de los ojos

Cuando es difícil enfocar, entrecierran los ojos con el objetivo de corregir la visión. En este momento, quizás tu hijo quede bizco por un instante, debido a que la tensión de los músculos del ojo cambia brevemente.

Para leer, cierra un ojo

Cerrar o cubrir un ojo para ver mejor es un claro síntoma de miopía. Esta es una estrategia para enfocar y ver con claridad.

Frota sus ojos constantemente

De esta manera, los niños manifiestan incomodidad. Incluso, esta es una manera de indicar que tienen fatiga visual. Como primera medida, quita las pantallas o limita su uso. Si no hay mejoría, programa una cita con el oftalmólogo.

¿Sus ojos lagrimean mucho?

Es normal que lo asocies con irritación o alergias. Sin embargo, las molestias que ocasiona la miopía también provocan ojos llorosos.

Causas de la miopía infantil

Una o varias de estas causas propiciarán el desarrollo rápido o gradual de la miopía en tu hijo. Veamos:

El crecimiento del ojo no se produce de forma normal

Por lo general, la miopía en la niñez comienza por problemas en el crecimiento del ojo. El más frecuente es que crece más rápido de lo estipulado. Otro, es que su desarrollo no se detiene.

Genética

Esta es una afección hereditaria. En este sentido, si el niño tiene padres con miopía, es más susceptible a ella.

Ejecuta muchas tareas que causan miopía

Hay actividades que requieren del enfoque que se produce en el centro del ojo, mientras que la visión periférica se mantiene desenfocada. Por ejemplo, usar pantallas o leer. Si tu hijo hace esto de forma prolongada, es peligroso. Busca que tome descansos de 30 o 40 minutos.

Tiempo insuficiente al aire libre

Algunos estudios han comprobado que la exposición a la luz natural ayuda a los niños a prevenir la miopía. Un estudio mostró una diferencia significativa entre las tasas de miopía de Australia y Singapur. En el primero, pasan hasta 7 horas al aire libre.

Diagnóstico de la miopía en niños

Como cualquier problema visual, la única manera de diagnosticarla es a través de un examen de la vista. De esta manera, el experto evaluará la salud ocular del niño. Debido a que estamos frente a una afección muy común, no existirá complicación para identificarlo.

Ahora bien, para confirmar el resultado, es necesario hacer otras pruebas más precisas. Son las siguientes:

Test de agudeza visual

Mide cuan afinada está la visión a ciertas distancias. El médico le pedirá al niño que cubra un ojo para leer una tabla optométrica, la cual tiene símbolos y letras de diferentes tamaños.

Prueba con foróptero

Aquí el infante necesitará un dispositivo con diferentes lentes para leer la tabla optométrica. De esta manera, el oftalmólogo determinará la graduación necesaria para corregir el problema.

Examen interior del ojo

También, será necesario comprobar el estado de las estructuras internas del ojo, como el nervio óptico y la retina. Para ello, el especialista colocará gotas especiales para dilatar los ojos y ver el interior con una lente especial.

Además de todo lo anterior, es probable que realicen otros exámenes para comprobar la gravedad de la afección. Buscará evaluar:

• La respuesta que dan las pupilas a la luz
• La visión periférica o lateral
• La presión en los ojos
• El movimiento ocular

Factores de riesgo de la miopía en niños

Conocer los factores de riesgo de esta enfermedad, te permitirá controlar su desarrollo. Veamos cuáles son:

Etnicidad

Algunos estudios han demostrado que el origen étnico induce el desarrollo de miopía infantil. Específicamente, los niños asiáticos e hispanos se encuentran en la población de mayor riesgo, a diferencia de los caucásicos europeos.

Edad

Generalmente, la miopía comienza a afectar a los niños a partir de los 6 años. Incluso, es posible que esta etapa se extienda hasta los 14 años. Toma en cuenta que esto empeora con el tiempo. Exactamente, progresa hasta alrededor de los 20 años.

Miopía de los padres

Si al menos uno de los padres padece de miopía, es probable que su hijo también deba enfrentarse a este panorama. De hecho, si ambos padres son miopes, el riesgo aumenta seis veces más.

Factores ambientales

Cuanto más tiempo pase tu hijo al aire libre, menos peligro tendrá de desarrollar miopía. Científicos han comprobado que por cada hora a la semana que dedique a una actividad en la naturaleza, reducirá el riesgo en un 2%.

Tratamiento para la miopía en la infancia

El objetivo del tratamiento es lograr que tu hijo mejore su visión. ¿Cómo? A Través de técnicas que ayuden al ojo a enfocar la luz en el lugar correcto, es decir, la retina.

Después, es indispensable hacerle seguimiento regular, con la finalidad de detectar si existen complicaciones que generen la aparición de otras enfermedades. Veamos los mejores métodos:

Gotas oftálmicas en bajas dosis

Las mejores gotas oftálmicas que usan en estos casos son las que se emplean para dilatar las pupilas. Es decir, la Atropina. Ahora bien, se aplica en dosis muy bajas, a diferencia de las empleadas en los exámenes de la vista.

Lentes de contacto

Las lentes correctoras son aliadas, pues evitan el aumento de:

• La curvatura de la córnea.
• La longitud del ojo.

En los niños funcionan muy bien los multifocales especializados, ya que empañan su visión lateral. De acuerdo a esto, es viable usar anteojos o lentes de contacto.

Alejar la vista de los dispositivos electrónicos

Sabemos que en estos tiempos es difícil que tu hijo deje los dispositivos tecnológicos. Por esto, el objetivo es que logres equilibrar el tiempo que pasa frente a las pantallas y el que dedica a las actividades al aire libre. De esta forma, protegerás su visión.

Ortoqueratología

Se trata de una técnica que se emplea por las noches. Específicamente, el niño deberá usar una lente de contacto rígida, que tiene como misión aplanar la córnea. Dicha modificación, permitirá que, durante el día, la luz se enfoque mejor en la retina y, por ende, que tu hijo no vea borroso.

¿Por qué no se recomienda la cirugía LASIK en los niños?

Durante la cirugía LASIK, el cirujano modifica la córnea. Para ello, crea un colgajo y quita tejido del órgano empleando un láser. De esta manera aplana la estructura para que, por fin, la luz se comience a enfocar en la retina.

Si bien, es un procedimiento sencillo, no es una cura milagrosa, como muchos creen, para todos los casos con este padecimiento. Está indicada para adultos, debido a que la prescripción de su graduación no cambia.

Con esto en mente, la LASIK no funciona en niños, porque su problema refractivo siempre variará hasta que llegue a los 20 años. De hecho, si la miopía es alta, la cirugía tampoco detendrá la aparición de glaucoma, cataratas o desprendimiento de retina.

¿Cómo prevenir la miopía en los niños?

Dependiendo de las causas que motiven el desarrollo de la miopía es posible prevenirla. Si está relacionado con factores genéticos, no hay oportunidad. Sin embargo, procura cumplir con estas indicaciones para retrasar la aparición:

• Lleva al niño con el especialista, por lo menos, una vez al año para que realice evaluación y prueba de detección.
• Procura que no use, por tanto tiempo, equipos digitales. Las pantallas aceleran el comienzo de la miopía.
• Anima a tu hijo a jugar al aire libre.
• Es importante que use gafas de sol. Incluso, debes asegurarte de que protejan los ojos de la radiación UV.
• Programa descansos cada vez que ponga toda su atención en una actividad miope determinada.
• Evita que lea en condiciones de poca luz.
• Complementa con alimentos saludables. Elige los que contengan ácido graso Omega-3 y frutas.

Claramente, es imposible revertir la miopía infantil. ¿Ralentizar o prevenirla? Esto si ya viste cómo hacerlo. De cualquier modo, la clave es prestar atención al comportamiento del niño. Si ves que hace cosas extrañas, como acercar los objetos a los ojos, no dudes en visitar al oftalmólogo.

Finalmente, tengas la duda o no, fomenta hábitos oculares saludables. Recuerda que la miopía infantil surge, en la mayoría de casos, por la fatiga visual que generan los aparatos digitales de hoy día.