Ojo vago en adultos

Cuando escuchamos que alguien tiene un ojo vago solemos pensar en un niño que es muy probable lleve gafas y un parche tapando uno de sus ojos. Pero también existen casos de ojo vago en adulto, a veces como consecuencia de no haber corregido bien el problema en la infancia, aunque no siempre.

Con la edad la visión tiende a empeorar, de un modo u otro. Si ya has pasado los 40 tal vez te estés preguntando ahora mismo “¿tendré yo un ojo vago?”, o ya te hayas puesto en lo peor: “mira que andar con un parche a mis años...”. Abandona la hipocondría y disfruta de la lectura de este artículo, en el que intentaremos despejar todas tus dudas sobre el ojo vago en los adultos.

¿Qué es un ojo vago?

Cuando un ojo pierde agudeza visual sin que exista una causa fisiológica que lo explique se habla ambliopía u ojo vago. Esto es más común que suceda mientras la vista se está desarrollando, por ello se nos vienen a la mente imágenes de niños menores de 8 años, pero también puede darse de repente en la edad adulta.

Cuando se sufre de ojo vago sí existe una causa fisiológica que explica el problema, pero no es aparente. Al cerebro le llegan dos imágenes, una de cada ojo, con diferente nitidez y, como no sabe qué hacer, opta por ignorar una de ellas, la que parece peor. De no corregirse a tiempo, la visión binocular peligra porque nuestro cerebro puede llegar a ignorar las señales que recibe de un ojo y, si esto sucede, perdemos la capacidad de calcular la profundidad cuando miramos algo.

Por lo tanto, no importa si el problema aparece en la infancia o si se manifiesta en la edad adulta, requiere ponerle tratamiento cuanto antes para que deje las menores secuelas posibles.

¿En qué casos se puede dar un ojo vago en adultos?

Los años no perdonan y problemas como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo suelen aumentar con los años, o aparecer por las buenas. Por lo general, las graduaciones de ambos ojos van parejas, pero cuando hay mucha diferencia, si no se corrige con unas lentes adecuadas aparece el ojo vago en adultos.

No obstante, la causa más común de ojo vago en adultos es la existencia de cierto grado de estrabismo. También podría ser la consecuencia de la pérdida de agudeza visual en un ojo a consecuencia de un traumatismo.

¿Cómo saber si tengo un ojo vago?

Salvo que hayas perdido algo de visión en un ojo tras un golpe, lo normal es que el ojo vago que aparece en la edad adulta lo haga de manera gradual y pase desapercibido en sus primeras etapas.

Siempre insistimos en la importancia de las revisiones oftalmológicas periódicas desde bien pequeños, y hoy volvemos a hacerlo, porque es en estas revisiones rutinarias donde primero se detecta que puede estar comenzando un problema de ojo vago. Si necesitas usar gafas o lentes de contacto, es probable que acudas a revisiones cada cierto tiempo o cuando notas que tu visión no es tan nítida como antes. Pero si tu vista era perfecta y parece que deja de serlo, no pierdas tiempo y solicita una revisión. No presupongas que estás comenzando a padecer presbicia, por poner un ejemplo común y bastante probable.

Tratamientos y posible curación del ojo vago en adultos

En los niños el ojo vago tiene solución si se trata antes de los 8 años de edad, siendo los 4 o los 5 años la edad ideal para comenzar el tratamiento. Hay quien asegura que es posible curar el ojo vago hasta los 14 años si se aplican los métodos correctivos necesarios y el caso no es severo. Pero a día de hoy no se sabe cómo curar el ojo vago en un adulto, cuya vista y cerebro ya se han desarrollado por completo.

La operación que corrige el estrabismo no suele ofrecer resultados excepcionales en adultos y tampoco se suele contemplar como un posible tratamiento. En todo caso, la cirugía recomendada en caso de ojo vago en adultos suele ser la colocación de una lente intraocular en un ojo o en los dos, adaptadas a los requerimientos del paciente. Aunque esto tiene sus inconvenientes en el caso de algunas enfermedades de la vista degenerativas y no deja de ser una cirugía evitable.

Con los adultos, los oftalmólogos suelen optar por un método conservador, correctivo en lugar de curativo, en el que lentes o lentillas con la graduación adecuada para cada ojo liberen al cerebro del dilema de qué hacer con dos imágenes que no puede superponer para crear la visión en 3D y, sobre todo, que no opte por ignorar los estímulos que recibe de uno de los dos ojos. La consecuencia es que si sufres de ojo vago en la edad adulta no debes dejar de usar tus gafas o tus lentillas salvo cuando te vayas a acostar. En estos casos es probable que desees disponer de más de un par (recuerda que hay tanto gafas como lentes de contacto con graduaciones multifocales en caso de necesitarlas, para no estar todo el día quitando y poniendo soportes a la visión).

Aparte, hay una serie de ejercicios oculares que se recomiendan a los adultos que sufren de ojo vago, aunque no son capaces de solucionar el problema.

El ojo vago puede darse en adultos que no presentaban ese problema en la infancia y es peligroso, pues compromete la visión binocular. Con unos ojos y un cerebro plenamente desarrollados, el tratamiento del ojo vago en los adultos suele ser de tipo correctivo, basado en lentes adaptadas a cada ojo en concreto que logren que ambos ojos transmitan al cerebro una imagen con una nitidez similar. El cerebro es capaz de procesar pequeñas discrepancias en la agudeza visual de un ojo con respecto al otro, pero no las que son notables, y son esas grandes diferencias las que se trata de evitar, bien con gafas o lentillas, bien con la colocación de lentes intraoculares en una cirugía oftalmológica.

A los adultos con ojo vago también se les puede recomendar un tipo de gimnasia visual para intentar que el problema no vaya a más, aunque no se ha constatado su eficacia al 100 % cuando se tienen más de 14 años.