10 Signos de Que tu Hijo Necesita Gafas o Lentillas
En su mayoría los niños pasan horas delante del televisor, en la computadora, leyendo libros o haciendo tareas. Esas actividades requieren de un esfuerzo visual importante, por lo que deberías pensar en llevar a tu hijo al oftalmólogo para descartar algún problema.
Es posible que necesite gafas o lentes de contacto y no te hayas dado cuenta o creas que es muy pequeño para usarlos. Sin embargo, existen muchas enfermedades que provocan carencias oculares desde temprana edad.
Las más comunes son: miopía, hipermetropía y astigmatismo, todas afectan la visión si no se corrigen a tiempo. Estos defectos de refracción hacen que actúe de forma diferente al resto de los niños al intentar enfocar o agarrar un objeto.
También ocasionan molestias físicas, dificultades en cuanto al desempeño escolar y mayor timidez. Por eso, debes prestar bastante atención y realizarle una evaluación médica a tiempo.
¿Cómo detectar las fallas visuales?
Los infantes no tienen un patrón de comparación para saber si están viendo correctamente. Así pues, no notan la diferencia hasta que utilizan gafas. Observar su actitud y ciertas posturas del cuerpo te indicará si algo anda mal.
Entre otras cosas, tienes que vigilar la distancia desde dónde ve, cómo se comporta con los objetos, si es capaz de llegar a ellos, tomarlos y moverlos de un lado a otro con facilidad o presenta inconvenientes para mantener la concentración.
Cuanto antes te percates del problema y empieces a tratarlo, mayores serán las posibilidades de corregirlo. Algunas condiciones oculares se vuelven irreversibles si no se abordan en el tiempo oportuno.
10 Signos de que tu hijo tiene deficiencia visual
Hay diversos síntomas que indican la existencia de una dificultad óptica en los niños. Por lo general, son los maestros quienes los detectan antes que los padres. Estas son las principales señales de que tu hijo o algún otro chico que conozcas tiene impedimentos refractivos:
1. Ojos entrecerrados
Es común que frunza el ceño para tratar de mirar algo. Esta posición le ayuda a enfocar de forma momentánea mientras lee, ve la televisión o realiza cualquier otra actividad que requiera del sentido de la vista.
2. Proximidad
Si se sienta muy cerca del pizarrón, aproxima los papeles a la cara para poder verlos y se salta algunas líneas durante la lectura, es una señal de que no percibe muy bien de lejos y podría tener miopía.
3. Inclinación
Mover la cabeza hacia un lado, como por ejemplo, el hombro, es otro indicativo de que no logra ver claramente. Cuando la Inclina o gira a un costado para fijar la vista en alguna labor es porque está buscando un mejor enfoque.
4. Dolor de cabeza
Si sufres dolores de cabeza o mareos, sobre todo después de asistir a la escuela o ejecutar una tarea que requiera mucha atención, debes hacer una cita con el oftalmólogo. Es probable que se deba al sobre esfuerzo que realiza para compensar la visión borrosa.
5. Bajo rendimiento
Al no poder distinguir correctamente lo que tiene enfrente es muy posible que no preste atención a la clase y baje sus calificaciones. Se ha comprobado que cuando se corrige el defecto su desempeño escolar mejora de forma notable.
6. Se frota constantemente
Restregar los ojos a menudo no solamente es un indicio de que necesita gafas, sino de fatiga ocular o conjuntivitis alérgica. Si notas que lo hace con frecuencia, te recomendamos visitar al oftalmólogo.
7. Parpadeo excesivo
Este es otro síntoma que debes tomar en consideración. Al forzar la mirada puede parpadear más veces de lo normal sin tener necesariamente un tic nervioso. Además, en ocasiones este síntoma va acompañado de lagrimeo constante y sensibilidad a la luz.
8. Cerrar un ojo
Si observas que cierra o tapa un ojo para tratar de ver mejor, posiblemente sea porque uno de los dos está desviado o sufre de ambliopía. Nos referimos a una afección que ocurre cuando el cerebro no reconoce completamente las imágenes mediante la visión.
9. Usa el dedo para leer
Utilizar el dedito o un lápiz como guía para no perderse en la lectura no siempre es una táctica de concentración, sino un signo de que no ve bien. Seguramente las letras se le extravían y tiene dificultad para leer corrido una línea de texto.
10. Evita actividades
Evadir las labores que requieren visión de cerca o de lejos como: leer, hacer tareas, usar la computadora o realizar algún deporte, también es sospechoso. Quizás se deba a una falla visual. En cualquier caso, se recomienda visitar al especialista.
Algunos tal vez no noten los signos de los errores refractivos. De manera que es importante hacerse exámenes oculares regularmente. Solo así el oftalmólogo se asegurará de que tu hijo tiene una visión clara, o padece de un problema visual.
¿Cuándo ir al oftalmólogo?
Existen diferentes opiniones sobre cuál es la edad correcta para la primera visita al oculista. Algunos pediatras aconsejan hacerlo a partir del primer año de nacido y otros entre los 2 o 5 años, cuando algunos infantes todavía no han iniciado la etapa escolar.
La Academia y la Asociación Americana de Oftalmología Pediátrica sugiere efectuar la primera revisión siendo aún bebé. Esto a fin de verificar si responde debidamente a los reflejos, sigue con la mirada un estímulo o tiene alguna desviación ocular.
Con más razón si nace de forma prematura, pues presenta mayores probabilidades de tener alteraciones de la retina por un desarrollo anormal de la misma, o si existen antecedentes de enfermedad ocular en la familia.
A los 12 meses corresponde la segunda prueba que es de detección de niño sano. La hace el pediatra y si encuentra alguna anomalía lo remite al oftalmólogo para que le haga un diagnóstico completo, indique el tratamiento y las pautas de seguimiento.
Diagnóstico de una enfermedad ocular en niños
El examen de la vista de los niños no es igual que el de los adultos. Se realiza empleando cartillas con figuras que son capaces de reconocer, cuando ya tienen un lenguaje desarrollado.
Otra técnica es la E de Snellen. Consiste en mostrarles esa letra en diferentes posiciones para que indiquen la dirección en que la que apuntan las puntas. También les hacen test de preferencia, los cuales incluyen franjas cada vez más finas para determinar si logran seguirlas.
Asimismo, en la consulta le aplican gotas para dilatar las pupilas, con el fin de verificar su agudeza visual. De esa forma, el especialista consigue la relajación de los músculos y obtiene una graduación real. Esta prueba es bastante sencilla y bien tolerada por los pequeños.
Todas son importantes porque permiten identificar problemas visuales y corregirlos cuanto antes. Lo ideal es que lleves a tu hijo al control médico, independientemente de que tenga o no algún signo de alarma.
Trastornos de refracción infantiles
Son varios los errores refractivos que impiden enfocar con precisión el ambiente circundante que influye en nuestra calidad de vida. A continuación, aprende cuáles son los trastornos visuales más frecuentes:
Miopía
Esta condición hace que se vean borrosos los objetos lejanos. Ocurre cuando el enfoque se encuentra delante de la retina, ya sea porque el globo ocular es muy prolongado o la córnea y el cristalino son demasiado curvos.
Hipermetropía
Es lo contrario de lo anterior, pues dificulta la visión de los objetos cercanos. ¿Qué provoca falta de nitidez? La debilidad de la membrana transparente y el lente natural del ojo o el tamaño de este órgano responsable de la visión.
Astigmatismo
Se trata de una imperfección de la curvatura que provoca visibilidad nublada tanto de lejos como de cerca. La mayoría de las veces ocurre por carencia de simetría corneal, lo cual hace que los rayos de luz que entran al sistema óptico se distorsionen.
Estrabismo
Se le conoce también como ojo bizco, cruzado o errante, debido a que se mueve en dirección contraria al otro, por una desalineación. En algunos casos, uno de los dos, o ambos, apuntan hacia adentro o hacia afuera.
Tratamiento de los errores refractivos
Estos defectos suelen corregirse mediante el uso de lentes convencionales o de contacto a partir de cierta edad. Los niños deportistas o muy miopes pueden usar algún tipo de lentillas especialmente adaptadas para ellos.
En algunos casos, para tratar la ambliopía o disminución de la visión en un solo ojo se utilizan parches o soluciones estimulantes para favorecer su desarrollo. Por su parte, el astigmatismo también se corrige con gafas o lentes de contacto dependiendo de su gravedad.
Hay otros tratamientos que retrasan la aparición y progresión de estos problemas. Por ejemplo, el uso de ciertos colirios, limitar el empleo de celulares, tabletas y otros aparatos electrónicos por parte de los pequeños de la casa.
Lo recomendable es que hagan ejercicio al aire libre, en lugar de pasar más de 60 minutos seguidos con la visión cercana a esos equipos. Eso ayuda no solamente a tratarlos, sino a evitar los efectos secundarios de la exposición a distintos tipos de móviles.
No pierdas de vista que cualquier persona podría tener errores de refracción. No obstante, corren mayor riesgo quienes tienen un patrón hereditario.