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¿Qué es la Visión Baja y Cómo Tratarla?

Nos referimos a una patología que se presenta en quienes pierden total o parcialmente la visión. No se corrige, ni previene con cirugías, anteojos o lentes de contacto. La diabetes, la degeneración macular y el glaucoma son las causas más comunes.

Si sufres alteraciones visuales que limitan tu vida diaria, las posibilidades de que padezcas esta enfermedad son altas. Debes estar atento si tienes ocasionalmente mala visión nocturna, puntos ciegos en el campo visual o visión borrosa.

Ante este panorama no se habla, en un principio, de ceguera total. Pero, el paciente puede ser considerado como una persona legalmente ciega. Esto significa que la ley considera su estado de invalidez, proporcionando beneficios que mejoren su calidad de vida.

Vivir con esta dificultad es todo un desafío. Sin embargo, se han inventado dispositivos para facilitar las labores cotidianas gracias a la evolución tecnológica. Ante un diagnóstico negativo, el objetivo es buscar soluciones para mantener la independencia del afectado.

Agudeza visual y visión baja

La visión baja no tiene corrección. Pero existen dispositivos que menguan su efecto a través de ayudas visuales, ya que la nitidez del campo visual disminuye a tal punto de generar:

  • Disminución o pérdida total de la sensibilidad al contraste.
  • Anomalías en la visión de color
  • Fotofobia o aumento de la sensibilidad a la luz.
  • Disminución del campo visual.
  • Dificultad para leer, conducir, entre otros.

Hay dos categorías que permiten determinar la gravedad de esta enfermedad. Una persona es:

Deficiente visual

Si al usar los lentes recetados por el oftalmólogo mantiene una visión entre 20/70 y 20/20.

Legalmente ciego

Cuando con un campo de visión de menos de 20 grados de ancho o con una corrección convencional, la agudeza visual sigue no mayor a 20/20. Científicamente, la nitidez de la visión se determina teniendo como premisa que 20 pies o 6 metros es la distancia ideal para leer letras pequeñas o estandarizadas.

Es decir que una visión 20/20 es buena, ya que el paciente estaría leyendo una letra cuyo tamaño debe ser leído en ese trecho. Por lo tanto, una visión 20/70 arroja que la persona necesita tener a 20 pies el objeto que quiere enfocar, mientras que alguien con visión normal lo podría tener a 70 pies.

Causas y síntomas de la visión baja

Son diferentes las razones que influyen en el desarrollo de la visión baja. Algunas se relacionan directamente con los órganos visuales: las cataratas, la degeneración macular o el glaucoma. Y otras que por un tiempo prolongado afectan a todo el cuerpo, como la diabetes.

Además, hay factores menos comunes que también la generan. El albinismo ocular es una de ellas, ya que esta condición genética provoca una falla en la pigmentación de los ojos, lo que potencia no solo la disminución de la agudeza visual sino la fotofobia y el nistagmo.

A la lista hay que agregarle las lesiones cerebrales traumáticas, que afectan muchas partes del ojo. Por ejemplo, las funciones de los músculos se desequilibran, se debilitan los movimientos oculares y la capacidad cerebral para procesar la información.

En otros casos, la visión baja también es producto del cáncer de ojo y de los trastornos hereditarios visuales, como la retinitis pigmentaria, donde se daña la parte posterior del ojo. En caso de padecer algunas de ellas, es necesario que acudas al especialista.

Personas con riesgo de tener visión baja

Personas con riesgo de tener visión baja
Cualquiera corre el riesgo de sufrir las consecuencias de la visión baja. Son variadas las lesiones o condiciones previas que alguien puede padecer hasta llegar a esta afección. Los 45 años es la edad más común para comenzar a sufrirla.

No obstante, estadísticamente la población de adultos mayores la padece comúnmente. Esto tiene que ver con los cambios fisiológicos y trastornos relacionados con la edad. Por ejemplo, la degeneración macular y el glaucoma.

Tipos de visión baja

Se determinan según la ubicación de la deficiencia visual. Veamos:

Pérdida de la visión central

El punto ciego se localiza en el centro del campo visual.

Pérdida de la visión periférica o lateral

Se mantiene la visión central, pero disminuye la capacidad de enfocar los objetos ubicados a ambos lados, que no estén al nivel de los ojos.

Ceguera nocturna

No son visibles los objetos en lugares oscuros o poco iluminados. Por ejemplo, teatros o exteriores de noche.

Visión borrosa

No se enfocan los objetos, independientemente de su distancia.

Sensibilidad de contraste reducida

Existe la sensación de neblina generalizada, como si un resplandor, una película o nubosidad cubriera el campo visual.

Sensibilidad al deslumbramiento

El sistema visual se ve abrumado por niveles de luz estándar. Produce imágenes descoloridas.

¿Cómo se diagnostica la visión baja?

¿Sospechas de algún problema visual? Si tu respuesta es afirmativa debes acudir a un oftalmólogo. El chequeo con el especialista determinará las probabilidades de sufrir esta u otra enfermedad visual.

Para diagnosticar la visión baja realizará exámenes para medir los siguientes parámetros: nitidez visual de cerca y de lejos,

  • sensibilidad al deslumbramiento,
  • error de refracción,
  • sensibilidad al contraste,
  • visión de color,
  • velocidad de lectura,
  • campos visuales.

Para esto el médico se apoyará en gráficos especiales cuyo fin es evaluar la agudeza, el campo visual y la percepción de profundidad. Además, usará lupas e iluminación.

Tratamiento para la visión baja

Los pacientes con visión baja deben acudir a herramientas que proporcionen ayuda visual. Las más populares son:

  • lupas,
  • gafas telescópicas,
  • prismas de lectura,
  • lentes que filtran la luz,
  • circuitos cerrados de televisión.

Para la retinitis pigmentosa existe una prótesis que ha dado buenos resultados. Se llama retina Argus® II. Se trata de un dispositivo que restaura en gran medida lo que se ha perdido de visión, permitiendo a los pacientes recuperar su independencia.

Tipos de dispositivos

En el mercado existen una gama de dispositivos cuyo precio varía según sus capacidades tecnológicas. El paciente con visión baja no necesitará emplearlos todos al mismo tiempo. Según sea el caso el oftalmólogo deberá indicar cuál se adapta a sus necesidades.

Diversas empresas aseguradoras tienen planes que absorben el pago total o parcial del dispositivo. Esta es una opción que no debes perder de vista. Sin embargo, su costo es elevado. Aquí una lista de los más comunes:

Dispositivos de texto a voz

Se recomienda para personas a las que no les es suficiente el uso de una lupa. Se distinguen por leer texto y reproducirlo de forma auditiva. Reconoce contenido de libros, teléfonos, monitores de computadoras y de equipos médicos.

Lupas electrónicas portátiles

Las eligen quienes tienen preferencia por la lectura. Es un equipo electrónico parecido en tamaño y forma a una tableta liviana, con la capacidad de sostener libros y periódicos para ampliar el texto en su pantalla.

Gafas de aumento

Si el paciente se mantiene trabajando es una herramienta ideal para tener las manos libres y ocuparlas en su labor. Son anteojos portátiles que se utilizan para la lectura.

Lupas de pie

La idea es dejar el dispositivo a una distancia que no quieras cambiar. La prefieren quienes mayormente usan escritorios. Se coloca sobre el objeto que se observará, ya sea un libro y otro elemento, dejando las manos libres para manipularlo.

Herramientas de baja tecnología

La visión baja sí puede ser costosa. Sin embargo, recurrir a otros implementos menos onerosos de gama baja tecnológica, también será un gran apoyo. Estos no se consideran como equipos ópticos.

Nos referimos a libros y publicaciones con letras grandes, teléfonos con visión ampliada, relojes de alto contraste y relojes con parlantes.

4 Consejos para lidiar con la visión baja

Ciertamente, los dispositivos serán de gran ayuda, pero también existen medidas a las que debes recurrir en tu día a día para no decaer.

1. Visita al oftalmólogo con regularidad

Si ya está diagnosticada la visión baja, hay planificar el tratamiento y valorar la evolución del cuadro clínico.

2. Acude a los programas de rehabilitación de la vista

Si bien no es posible corregir el grado de nitidez que se ha perdido, se han creado sistemas que ayudan a desarrollar estrategias para maximizar el campo visual que aún funciona.

En esas sesiones, los especialistas te ayudarán a definir los dispositivos que mejor se adaptan a tu caso y te capacitarán para darles un buen uso.

3. Instala buena iluminación

Por otro lado, mantén con buena iluminación cada espacio en el que haces vida: coloca bombillas de gran potencia y no te conformes con la luz natural.

4. Otras recomendaciones para aplicar en la vida diaria

Para las actividades diarias recurre al uso de los pastilleros que tienen codificación de colores y a las billeteras con diferentes bolsillos. De esta manera podrás ubicar lo que buscas con mayor facilidad.

Es evidente que una persona con visión baja está en capacidad de aprender a cubrir sus necesidades y desarrollar su independencia con la poca visión que le queda. Existen asesores vocacionales en centros terapéuticos que promueven la capacitación.

Otro aspecto que no puedes dejar a un lado: cada vez es más común que los gobiernos empleen fondos para programas de ayuda social. Investiga cuáles son las políticas de salud pública aplicadas en tu país de residencia.


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