¿Por qué se pegan los párpados en la mañana y como suavizarlo?

Después de una noche de sueño reparador, viene un gran día. Eso no tiene comparación. Sin embargo, hay obstáculos que dañan el momento. Tras silenciar el despertador y estirar los brazos, sucede algo inesperado: tus párpados están, desagradablemente, pegados.

Es frecuente. A muchos nos sucede que al abrir los ojos, no podemos hacerlo por el efecto de la costra del sueño. Hablamos de ese pegamento ocular, que técnicamente se conoce como rheum. ¿Qué es? Una mucosidad que aparece de forma natural mientras duermes.

En pocas palabras es mugre ocular, ya que está compuesta por células de la piel, lágrimas, grasa y agentes externos en los ojos. ¿Una buena noticia? No tienes porqué preocuparte. Tomando algunas precauciones, evitarás que se repita.

No obstante, en caso contrario, puede que sea una alerta por algún tipo de infección. Continúa leyendo e infórmate sobre lo que debes hacer para que no amanezcas con los párpados pegados.

Realmente, ¿qué es esa secreción tan insoportable en los ojos?

Uno de los procesos más comunes que suceden en tus ojos es el de generar secreciones. Durante todo el día es así. La diferencia es que el parpadeo regular elimina esa sustancia; que, también, está conformada por: lágrimas, aceites, células muertas y otros desechos.

De esta manera, el cuerpo se libera de los productos y evita que esas sustancias nocivas se queden para producir otras afecciones. Ahora bien, en la noche, todo cambia. ¿Cuándo duermes, parpadeas? No. Lógicamente, la respuesta correcta es que nadie lo hace.

Por esto, la costra se forma con mayor libertad. Además, la gravedad ayuda a que se asiente, específicamente en las esquinas de los ojos. ¿Cómo? Atrae la descarga hacia esas zonas. De este modo, cuando amanece, sientes la invasión de ese horrible pegamento.

Eso no es todo. Las alergias y resfriados también ayudan a que se genere esta producción de costra y secreción excesiva. Entonces, cuando estas son las verdaderas causas de la gomosidad en tu vista, pues nos referiremos al malestar como: ojos pegajosos.

¿Cuál es la particularidad de los párpados pegados?

Que es una situación muy incómoda. No duelen, pero sí es increíblemente tedioso lo que se siente. Dibujemos el panorama de lo que ocurre en las mañanas si tienes los párpados pegados:

Las esquinas de tus ojos estarán llenas de costras que varían de color crema a amarillo claro. Aun así, no es extraño que pueda tratarse de una secreción espesa y acuosa de color verde.
Es factible que esa sustancia se solidifique con las horas. Por lo tanto, hará que tus pestañas se peguen entre sí. Por esto, sentirás algo parecido a tener un bloque pesado, complicado de manejar o eliminar.

Hay más. Cuando por fin logres deshacerte de esa capa, quedarán rastros. Abrirás los ojos y los tendrás rojos. De hecho, probablemente, estén irritados y sientas:

Dificultad para abrir completamente los ojos
Visión borrosa
Sequedad ocular
Sensibilidad a la luz
Escozor

¿Por qué se pegan los párpados en la mañana?

En principio, todo esto forma parte de un sistema de limpieza natural. En pocas palabras, es normal que ocurra. Y es que como parte de la producción de lágrimas, aparece esta mucosidad que tiende a acumularse en el rabillo de los ojos mientras duermes.

Ahora bien, cuando la descarga es anormal, responde a diversos factores. ¿Externos? Sí, entre ellos el uso abusivo de los lentes de contacto o productos de limpieza poco recomendados. También, higiene ocular deficiente y de esto hablaremos más adelante.

Aunado a esto, se suman causas naturales provocadas por las diversas afecciones visuales que aparecen por otros problemas, como:

Conjuntivitis
Infección del conducto lagrimal (dacriocistitis)
Síndrome del ojo seco
Virus del herpes en el ojo
Inflamación de los párpados (blefaritis)
Úlceras oculares
Orzuelos

Entonces, ¿es necesario un chequeo del oftalmólogo? Ya conoces la respuesta. La idea es detectar el nivel de gravedad. En caso de que sea un desequilibrio normal, seguramente en poco tiempo desaparecerá. De lo contrario, hay que comenzar con un tratamiento integral.

¿Debería preocuparme por tener párpados pegados?

Es habitual que quienes padecen este trastorno tengan esta inquietud. Sin embargo, como lo dijimos anteriormente: amanecer con los párpados pegados no indica un problema en primera instancia.

Ahora bien, si se mantiene por muchas noches, entonces sí es necesario que lo tomes más en serio, porque podría indicar que algo en tu vista no anda bien. De hecho, también es posible que otros órganos estén afectados.

Por ejemplo, si la secreción es verde o amarilla y espesa, quizás estés atravesando un cuadro de conjuntivitis. ¿Tratamiento? Lo debe indicar un especialista. Por otro lado, si viene acompañado de visión borrosa, fiebre y sensibilidad a la luz, el caso es diferente.

En este sentido, la clave es esperar la noche siguiente y evaluar lo que sientes, más allá de las señales físicas.

¿Todo el mundo despierta con los párpados pegados?

Todos hemos amanecido así alguna vez en la vida. La costra del sueño es más común de lo que imaginas. Y es que un ojo sano debe producir sales, aceites y, por ende, mucosidad. La diferencia es que las cantidades varían según las características del paciente.

Algunos individuos producen tan poco desecho, que no llegan a darse cuenta de que esto pasa en su cuerpo. Mientras que a otros se les dificulta despegar sus párpados cuando despiertan. Además, en temporadas de alergias esto aumenta.

¿Cómo debo tratar mis ojos si amanecen pegados?

Según la Academia Estadounidense de Oftalmología, es válido tratar los párpados pegados en casa. Ahora bien, existe una condición: debe ser el único síntoma extraño que experimentas. Si este es tu caso, señalan que debes:

Tener las manos limpias, especialmente cuando vayas a manipular la zona. Es decir, que no debes tocar los ojos de forma inmediata. Resiste el impulso para evitar pasar las bacterias y gérmenes que tienes hacia la zona afectada.
¿Manos limpias? Es aún mejor intervenir el ojo con un paño limpio mojado en agua tibia. El calor suavizará la costra. Esa toalla, pásala con cuidado por las esquinas y déjala unos minutos. Esto servirá para ablandar el “pegamento” y aliviar la irritación y picazón. Si no se disuelven solas, procede a removerlas con movimientos suaves.
Además, recomiendan aplicar gotas oculares hidratantes. Son ideales cuando sientas sequedad o sensación de arena en la vista. Debes colocarlas después de limpiar la secreción y durante el día. De esta manera, tus ojos se mantendrán lubricados.

Otros aliados son los ungüentos y antihistamínicos para pacientes que desarrollan alergias por resfriado.

¿Cuándo debo buscar asistencia médica?

El momento de ir con el especialista es cuando aparecen otros síntomas. Por ejemplo:

Cualquier tipo de dolor
Irritación
Visión borrosa
Mucosidad ocular de color verde o amarilla
Enrojecimiento
Dificultad para que el ojo se mantenga abierto

En este contexto, el oftalmólogo deberá hacer una serie de exámenes para detectar cuál es la verdadera enfermedad que afecta a tu salud visual. Por lo general, en caso de inflamaciones o infecciones, recetará gotas o antibióticos.

Cuida tus párpados de esta manera

Como ves, es esencial que tus párpados se mantengan en buen estado. Cuando despiertes, descubrirás que al hacerlo disminuirá la suciedad de tus ojos. Entonces, sigue estos consejos para que la higiene de esta zona sea óptima.

Antes de acostarte, comienza la rutina: lava tu cara. En el área de los ojos, utiliza una toallita. Antes, humedécela con agua fría. Ten cuidado, no uses jabones ni lociones en esta zona.
Quita todo el maquillaje. Justo en tus ojos reposan muchas sustancias extrañas que entran en esa categoría. Retíralas todas. Para ello, existen múltiples herramientas, como: desmaquillador, toallitas y discos de algodón especiales.
Si notas que los párpados se pegan después de que usas determinados productos faciales, deséchalos. Quizás tengan un componente que hace que tus ojos reaccionen de esta manera como medida de protección.
Después de una infección en la vista, deshazte del maquillaje e implementos que entraron en contacto con tus ojos. ¿El motivo? Probablemente, se contaminaron con la bacteria.
Evita llevar tus manos a los ojos. Es frecuente tocarse o frotarse los ojos. Por esto, tantas bacterias invaden este lugar. Entonces, resiste y, si es imposible, lava rápidamente cada una de ellas.
Por las noches, los lentes de contacto deben quedarse afuera de cada globo ocular. No duermas con ellos. Tampoco intentes prolongar su vida útil. Cada fabricante define este periodo y debes respetarlo.
Antes de ir a dormir, asegúrate de limpiar a profundidad tus lentillas. Deben quedar dentro de su estuche y protegidos con la loción indicada. De esta manera, no afectará el interior de los órganos, ni ocasionarán reacciones adversas.

Entonces, no te alarmes. Probablemente, los párpados pegados son un paso más del ritual de limpieza que realizan tus ojos a diario para garantizar lubricación y sanidad visual. Práctica la información que suministramos aquí y verás que todo mejorará.

Ahora bien, no es normal que esto venga acompañado de dolor ni otros síntomas. Hazle caso a los signos cuando sientas que el panorama es más grave que una simple mucosidad visual. Asiste al oftalmólogo y no te automediques con tratamientos caseros.

Antes de acostarte, comienza la rutina: lava tu cara. En el área de los ojos, utiliza una toallita. Antes, humedécela con agua fría. Ten cuidado, no uses jabones ni lociones en esta zona.

Quita todo el maquillaje. Justo en tus ojos reposan muchas sustancias extrañas que entran en esa categoría. Retíralas todas. Para ello, existen múltiples herramientas, como: desmaquillador, toallitas y discos de algodón especiales.
Si notas que los párpados se pegan después de que usas determinados productos faciales, deséchalos. Quizás tengan un componente que hace que tus ojos reaccionen de esta manera como medida de protección.
Después de una infección en la vista, deshazte del maquillaje e implementos que entraron en contacto con tus ojos. ¿El motivo? Probablemente, se contaminaron con la bacteria.
Evita llevar tus manos a los ojos. Es frecuente tocarse o frotarse los ojos. Por esto, tantas bacterias invaden este lugar. Entonces, resiste y, si es imposible, lava rápidamente cada una de ellas.
Por las noches, los lentes de contacto deben quedarse afuera de cada globo ocular. No duermas con ellos. Tampoco intentes prolongar su vida útil. Cada fabricante define este periodo y debes respetarlo.
Antes de ir a dormir, asegúrate de limpiar a profundidad tus lentillas. Deben quedar dentro de su estuche y protegidos con la loción indicada. De esta manera, no afectará el interior de los órganos, ni ocasionarán reacciones adversas.